domingo, 12 de febrero de 2012

Musas

-¿De donde vienen las musas?- preguntó ella.

- Yo creo que del mundo en el que los sentidos se entremezclan conjuntamente entre ellos y con los sentimientos. Donde los ríos corren hacia arriba y las montañas salen de las nubes. Donde quince soles iluminan las noches y una enorme luna roja es lo único que refleja claridad durante el día. Donde las musas se dejan llevar por corrientes de pasión y fantasía, y juegan en bosques de diversión y deseo. Donde un mar azul verdoso que huele a libertad baña extrañas arenas blancas con tacto naranja, cálido y soporífero.

Y en lo alto de una colina, un castillo…de mármol blanco y enormes vidrieras, con una torre central infinita, que corta la línea del horizonte. Allí, al lado de la extraordinariamente decorada balaustrada, un piano de cristal, que suena por si solo al reflejar los sentimientos del artista, que entran cual rayo de luz por un óculo en lo alto del firmamento.

O algo así…

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